PROYECTO DE LEY

Artículo 1. Declárase la caducidad de la totalidad de las afiliaciones de todos los partidos políticos de la República Argentina.

Artículo 2. Se establece la apertura de un nuevo proceso de afiliación a todos los ciudadanos del país, para que, a través de este proceso expresen la voluntad y conformidad con las propuestas de cada uno de los partidos políticos y asuman la obligación de respetar las decisiones y autoridades de cada uno de ellos.

Artículo 3. La reglamentación deberá allanar los procedimientos destinados a la ratificación de la voluntad afiliatoria de aquellos que estuvieran afiliados al momento de aprobarse la presente, mediante un trámite ratificatorio que simplifique la entrega de datos requerida para la primera afiliación fijada por la presente ley.

Artículo 4. Los afiliados tendrán derecho a participar de la vida interna de los partidos políticos, participar en la selección de sus autoridades y ser autoridades partidarias, de acuerdo a lo previsto por cada una de las cartas orgánicas de los mismos.

Los partidos deberán garantizar la vida interna democrática a los afiliados.

Artículo 5. De forma.


FUNDAMENTOS

La primavera democrática posterior a la salida traumática del proceso militar no duró mucho tiempo.

Durante los primeros años del reestablecimiento de las instituciones democráticas la vida política tomó un fuerte envión de la mano de las esperanzas que ésta generaba y trajo consigo una revalorización de los partidos políticos como portadores de dicha esperanza y legítimos y genuinos intermediarios entre las voluntades ciudadanas y el Estado. Intermediación que se traducía en un ideario político, una mirada valorativa propia y en consecuencia en la construcción de un proyecto de Nación.

Sin embargo, a poco de andar, la política chocó, casi con ingenuidad en algunos casos, con los factores de poder que no se resignaban a dejar de lado sus intereses mezquinos. Sectores militares, sindicales y económicos comenzaron a jaquear la institucionalidad y aquella primavera de participación y esperanzas se fue marchitando con el correr de la década.

Los noventa no fueron más que la construcción de un proyecto que precisamente limitaba la capacidad de acción de la política, desregulaciones y privatizaciones de por medio, y que transformó a los partidos políticos en cáscaras vacías, cooptados por dirigentes burocráticos que los vaciaron de contenidos.

Situación que se hizo visible con la crisis de 2001. El “que se vayan todos” fue un grito anárquico y antipolítico que no pudo ser canalizado por la política. La revalorización de la política como herramienta para modificar la vida de los ciudadanos se inició con la reconstrucción de las capacidades del Estado, proceso que se inició con la salida de la crisis de 2002. Sin embargo, los partidos políticos aún no han ido acompañando este proceso. La casi nula legitimidad de los partidos políticos y de la dirigencia se sostiene en uno de los más grandes mitos. Según la Cámara Nacional Electoral existen casi 7 millones de afiliados a los partidos políticos. Es decir que uno de cada 4 ciudadanos habilitados para votar esta afiliado a un partido.

La última década ha mostrado que este dato no por real deja de ser ficticio. La fragmentación partidaria (hoy tenemos casi 700 partidos políticos en todo el país) es una muestra de la ruptura del tradicional bipartidismo que caracterizó a la Argentina durante los últimos 50 años del siglo XX.

La muestra de que las afiliaciones vigentes no tienen relación con la situación actual de los partidos políticos se basa en datos concretos. Por ejemplo: la Unión Cívica Radical, un partido que electoralmente ha sufrido de vaivenes muy profundos en los últimos años, mantiene casi 2,5 millones de afiliados y el Partido Justicialista casi 4 millones. Otro dato significativo lo muestra el tercer partido con más afiliados: el Frente Grande, surgido en los ‘90 y desaparecido electoralmente años después.
Ante esta situación creemos necesario hacer más real el número de afiliados a cada partido político, sin afectar los derechos de los afiliados.

Para ello proponemos mediante este proyecto la caducidad de todas las afiliaciones y el inicio de un proceso de reafiliación que muestre con mayor legitimidad el verdadero anclaje social de los partidos políticos y que sirva para iniciar un genuino proceso de construcción de un nuevo sistema de partidos.

Por todo lo expuesto, pongo a consideración de mis pares el presente proyecto de ley.

 

Expte: 5359-D-09
Presetnado el día 3 DE NOVIEMBRE DE 2009