Comienzo por la política, por el fondo, por el contenido.

A veces escucho algo así como una diferencia entre revindicar todo lo actuado y construir la agenda del futuro, y a mí me parece que hay una profunda línea de continuidad entre ambas cosas.

Es justamente porque se pudo construir trabajo en la Argentina, dar empleo donde no lo había, que ahora entre otras cosas tenemos que discutir cómo organizas el espacio público, cómo organizas el transporte. Si la ciudad desierta porque nadie labura, no existe el problema del transporte. Había que resolver esa demanda vital, profunda, y eso abre un ramillete de nuevas demandas que son más complejas inclusive. Más complejas en el sentido que son menos simples, que no se resuelven con una medida proactiva solamente, sino que hay que trazar una agenda.

Algo parecido pasa con el tema de la vivienda. Porque se ha encaminado de algún modo la demanda del poder adquisitivo, hoy aparece la cuestión de la tierra y la vivienda. Es parte de la agenda del futuro, pero que surge de lo construido hasta aquí.

Cuando tenemos récord de exportaciones, aparece la concentración de la matriz productiva y de comercialización que hay que resolver. Intervenir en una estructura monopólica que se lleva una renta que es de todos y todas. Con la renta financiera pasa algo parecido. La capitalización de los bancos responde al crecimiento económico. El dinero que está depositado en los bancos no es dinero propio, sino de los trabajadores, gracias a que han existido políticas públicas que lo posibilitaran. Por eso que su destino no puede quedar al arbitrio de los bancos. No se trata de ideología marxista, sino de lógica pura.

Y así, el 6% del PBI a la Educación nos pone ante el desafío de la jornada completa. Es decir, la agenda del futuro se fundamenta en todo lo que se logró.

Ahora bien, esto tiene un segundo punto: ¿con qué fuerza politica? Y es aquí donde quisiera plantear la diferencia conceptual, analítica, entre el Peronismo y el PJ.

El PJ es una estructura político-partidaria, una herramienta electoral. Lo dijo Perón desde que planteó la Comunidad Organizada hasta el Manual de Conducción Política. Durante 30 años dijo eso.

El Peronismo es una categoría sociológica, cultural, de la Argentina. El Peronismo no es cada anécdota de la conducta del líder. Porque los líderes, como toda persona, tiene falencias. No hay infalibilidad absoluta. Lo que trazan los líderes es un rumbo histórico. En medio puede haber conductas reprobables, como en cualquiera de nosotros.

A veces veo cantar la marcha a chicos jóvenes que abrazan una idea de izquierda, y en enero de 1974 Perón puso en vereda a los diputados de la izquierda peronista. Ni hablar del acto de la Plaza del 1ero. de Mayo de aquel año. Osvaldo Bayer dice: “a Perón no le perdono los exilios”.

Pero todo esto no se analiza desde lo anecdótico. El Peronismo es lo que el Pueblo rescata de la historia. Es una memoria de dignidad, de ascenso social, de transformación. El Peronismo ya es un capital simbólico de un Pueblo, no un conjunto de datos que pueden ser objeto de estudio en un seminario, pero no de la historia viva de los Pueblos.

Es decir, se trata de dos categorías distintas. Además, el Peronismo se enmarca en un ideario muy abarcador, a partir de esos grandes ejes que son la Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política.

¿Por qué planteo todo esto? Porque quienes por distintas circunstancias no transitamos el “cursus honorum” dentro de la estructura político-partidaria del PJ, ¿no tenemos derecho a pertenecer a ese inmenso campo tanto simbólico como concreto de transformación social de la Justicia Social, de la Independencia Económica y de la Soberanía Política? ¿Por qué tenemos que estar afuera de eso por no estar dentro de la estructura político- partidaria? Si el sujeto transformador es mucho más amplio que esa estructura político-partidaria.

No estoy diciendo que no hay que usarla, al contrario. Pero es una de las herramientas, el sujeto transformador, el que bancó todo lo hecho y va a seguir bancando lo que hay que hacer, no fue solamente la estructura del PJ, sino todo un bloque social con el liderazgo de Néstor Kirchner y de Cristina.

La categoría político-electoral fue usada para muchas cosas, a veces antagónicas. Lo que es irremplazable es el agente transformador.

Para finalizar, en la Argentina hay dos espacios de acumulación política. Uno de ellos es la oligarquía. El otro es el Peronismo. Pero no como maquinaria electoral, sino como categoría cultural, histórica, donde yo no quiero estar afuera. Quiero ser parte de ella.

Enlace al audio: http://www.goear.com/listen/738cc05/el-peronismo-pj-son-dos-categorias-analisis-muy-diferentes-carlos-raimundi