EL PAIS › CARLOS RAIMUNDI CUESTIONA A LOS DIRIGENTES DEL SI QUE CREARON UN NUEVO ESPACIO CON DE GENNARO
“No deben usar el nombre del partido”

Hace varios meses que Carlos Raimundi sostiene un delicado equilibrio que amenazó romperse esta semana. El partido que integra, Solidaridad e Igualdad (SI), sufrió una escisión cuando Eduardo Macaluse y Marta Maffei, dos de sus referentes, anunciaron su intención de sumarse a dirigentes más cercanos a Proyecto Sur y a Fernando “Pino” Solanas en el partido Unión Popular. “La abrumadora mayoría de los integrantes del SI no concuerda con esta estrategia”, afirma Raimundi, que en varios distritos integra el armado de Martín Sabbatella y repudia el perfil “agresivamente opositor” de cierto centroizquierda. “El Gobierno tiene que profundizar el proceso. No le queda otra que ir para adelante”, asegura.



–¿Todo el SI se integró al espacio de De Gennaro?

–No. Formalmente y en términos de la abrumadora mayoría de sus integrantes, el SI no concuerda con esa estrategia. Eduardo (Macaluse) y Marta (Maffei) son personas a las que quiero y respeto su posición, pero lo que no deben usar es el nombre del partido. Ellos ni siquiera firmaron su adhesión al partido SI.

–Según aseguran, los motivos de su partida tienen que ver con la intención de ubicarse por fuera del bipartidismo.

–Cuando abandoné el partido radical, hace dieciséis años, estaba convencido de que los dos grandes partidos tradicionales ya no expresaban la Argentina del futuro, y que sería más saludable construir una coalición con un perfil progresista que confrontara a una fuerza del sector conservador. Entonces creo que sí, que es un error creer que es el PJ el que va a ocupar el lugar del centroizquierda y que eso demora la consolidación de una fuerza superadora. Pero nosotros, si bien mantenemos la autonomía política, compartimos la impronta general del proceso. Compartir una orientación no implica quedar sometido a la lógica del PJ o del Frente para la Victoria.

–¿Está agotada la idea de transversalidad?

–Es una asignatura pendiente: lo que está agotado es el primer tramo kirchnerista de construcción de transversalidad, que termina con Néstor Kirchner como presidente del PJ sostenido en la estructura del conurbano. Nosotros tuvimos una ilusión inicial, por eso acompañamos a Nuevo Encuentro en provincia y a Proyecto Sur en Capital cuando todavía no había tomado un sesgo tan agresivamente opositor. Eso se debería haber trasladado al espacio parlamentario, abrir un tercer espacio que nos permitiera presionar al oficialismo, condicionar sus mayorías. Proyecto Sur eligió dar mayorías junto a los sectores de derecha y lo único que consiguió fue una presidencia o la secretaría de una comisión al precio de dejarles las mayorías en Agricultura a Kraft y a la Sociedad Rural. Si hubiéramos formado un grupo de veinte, treinta parlamentarios, quizás hasta podríamos haber arrastrado a un grupo adyacente del oficialismo y discutir, por ejemplo, el uso de los fondos de la Anses.

-¿Cree que las peleas en el centroizquierda en los últimos meses fueron una oportunidad perdida?

–Sí, fueron errores tácticos, desinteligencias. Ahora, si Eduardo (Macaluse) plantea que hay dos derechas comparables, que el Gobierno no tiene nada que envidiarle a la oposición de derecha, yo no puedo coincidir con eso.

–La semana pasada compartió un panel con Agustín Rossi, Daniel Filmus y Martín Sabbatella en el que afirmó que el actual era “un momento propicio para ir a fondo”. ¿En qué sentido?

–La misma dinámica actual del proceso lo lleva a profundizarse. Si este proceso decidiera volver atrás, implicaría su propia derrota. No estoy haciendo un debate trosco. Los sectores de derecha buscaron derrotarlo dando un golpe de mercado cada dos meses: planteando la fuga de capitales, intentando impedir que asumiera la nueva conducción del Banco Central, generando inflación... Si el Gobierno logra sortear estos obstáculos, no le queda otro camino que seguir adelante.

Test del hincha

–¿Qué le pareció el debut de la Selección frente a Nigeria?

–Me pareció bueno, el tema fueron los goles errados. Si Higuaín hubiera convertido el primero después del pase de Messi, el partido habría sido otro. Pero en eso coincido con Maradona: los goles no se merecen, se hacen.

–¿Quién cree que fue la figura?

–El jugador que desequilibra es Messi, pero no quiero caer en un exceso de exitismo o endiosamiento. Soy alguien de la tribuna, del tablón.

–¿Con quién ve los partidos?

–El primero lo vi con mi familia. Los demás seguramente con amigos.

–¿Tiene alguna cábala?

–No comparto lo de las cábalas. La cábala es jugar bien y hacer más goles que el otro. Esa no falla nunca.

–¿En qué posición juega?

–En su momento era carrilero, por derecha o por izquierda. Igual, seguro que ahora corro menos kilómetros por partido que hace veinte años.

Entrevista: Federico Poore.