La cuestión Malvinas contiene dos aspectos estrechamente relacionados. La legitimidad del derecho y la construcción del poder necesario para que ese derecho legítimo se concrete.
De lo primero, no caben dudas. Pocas causas son tan compartidas prácticamente por todos los argentinos, sin distinguir condición social, poder económico o bandería ideológico-política, como que las Malvinas son argentinas. Y algo no menos importante: que no existe otro camino hacia nuestro derecho que no sea la vía pacífica y diplomática.
Las Malvinas son, definitivamente, argentinas. Ahora bien, una pregunta pertinente sería: ¿por qué, habiendo ganado todas las votaciones en la ONU, en el Comité de Descolonización y en la OEA esos triunfos diplomáticos no lograron obligar al Reino Unido a negociar soberanía? Y la respuesta es que la mayoría expresada en número de países no se corresponde con el poder real que se necesita para materializar el derecho que nos asiste.
La siguiente pregunta sería: ¿ese desbalance entre la legitimidad del derecho y el poder real para ejercerlo, es necesariamente estático, permanente e irreversible? La respuesta es: categóricamente, no. Pero para trasladar esa justicia intrínseca del derecho a la posibilidad efectiva de materializarlo, esto es, obligar a Gran Bretaña a discutir soberanía, la respuesta la tiene básicamente la capacidad estratégica que demuestre la política exterior argentina y la unidad latinoamericana. Y en esta dirección, la Argentina y América Latina estamos en una posición claramente mejor que la que tuvimos históricamente.
Hoy América Latina tiene gobiernos de claro signo popular, con liderazgos fuertes y muy legitimados socialmente, y está en pleno proceso de recuperación económica e integración política. Esto le da mayor capacidad para incidir en la agenda internacional. La actual situación no ha modificado la legitimidad sustancial de la causa argentina, sino la relación de fuerza política entre las partes.
Por Carlos Raimundi Dip. Nacional
Fuente: http://tiempo.infonews.com/notas/entre-derecho-y-poder