El diputado nacional (MC) Carlos Raimundi, criticó los anuncios del gobierno nacional “que intentan explicarse desde una perspectiva social” y consideró que “son muy poca cosa en relación con la feroz transferencia de ingresos de los sectores populares hacia los grandes empresarios que se lleva a cabo desde el 10 de diciembre”.

 

Con respecto a la disminución del IVA para los jubilados que cobran la mínima, Raimundi consideró que, si bien la medida es correcta conceptualmente, al poner un límite de 300 pesos para la devolución, “confirma su carácter de intrascendente, ya que alcanza a un consumo mensual de 1500 pesos, o sea 50 por día”.

“Esto no alcanza ni como paliativo frente al tremendo ajuste contra los sectores mas vulnerables y además conduce a la concentración económica porque obliga a comprar sólo en los supermercados, que son los únicos que operan con tarjeta”.

Para Raimundi, este modelo de corte netamente neoliberal que lleva a cabo el macrismo, necesita eliminar subsidios a los servicios fundamentales como la energía de las familias y las industrias, con el objetivo de que el Estado no pague esos recursos, “pero previamente dejó de percibir las retenciones de parte de los monopolios exportadores”.

En este sentido, el dirigente kirchnerista dijo que, “al obtener menos recursos de los grupos mas ricos de la sociedad provoca un agujero fiscal que, para llenarlo, perjudica a los mas pobres con enormes incrementos tarifarios”.

“Además -agregó Raimundi- la paralización de la obra pública está provocando miles de despidos, como sucede ahora con los 2400 obreros de la UOCRA en Atucha III que, en este caso, no solo significa pérdida de empleo en si mismo sino suspensión de un plan energético para reemplazarlo con la importación de combustible, tal como le conviene a los intereses del CEO de Shell y ministro de Energía Aranguren”.

 El secretario general del Partido SI, añadió que, por otro lado, el drama de los despidos trae como consecuencia que “la relación con el empleo pasa a estar concentrada en conservar la fuente de trabajo resignando salario, tal como sucedió en los ´90, sobre la base de la extorsión, la angustia y favoreciendo el aumento de la cuota de ganancia de los poderosos“.

“Si la Argentina no está peor después del brutal ajuste implementado, es porque la herencia del kirchnerismo fue dejar un país en movimiento y con un mercado interno potente, lo que muestra que hay dos modelos en pugna: uno que busca el bienestar de las mayorías y otro que quiere el enriquecimiento de unos pocos”, concluyó Raimundi.