Voy a tratar de responder algunos argumentos. El primero es el que escuché de algunos diputados sobre cómo se puede debatir algo tan estratégico en un plazo tan breve. A mi siempre me llama la atención eso de considerar al debate parlamentario como un compartimiento estanco y sacarlo de un contexto en el cual, desde que se establecen los primeros contactos y los primeros acuerdos estratégicos entre el Presidente Néstor Kirchner y el Presidente Hu Jintao que hoy señalaba el diputado Heller, han viajado a China tres veces los Presidentes de la Nación y ha habido decenas de misiones comerciales, visitas de empresarios, rondas de negocios, visitas universitarias. Es decir que esto forma parte de una relación que se viene sosteniendo en el tiempo y en la que el parlamento es una de las partes, pero es un tema que ya se venía trabajando con mucha intensidad en la sociedad argentina durante la última década.

Segundo punto: ¿de quién estamos hablando? Estamos hablando de un país que representa el 20% de la población mundial, que ha crecido a un promedio de 10 puntos en el último cuarto de siglo y que de los casi 200 países que integran las Naciones Unidas, con 130 países China es el primer socio comercial. Y de esto quiero agregar algo más: de esos 130 países no hay uno solo que tenga un superavit en materia de comercio industrial con China. Desde el living hasta el baño, el escritorio o el garage de una casa de familia en el último rincón de cualquiera de esos 130 países hay un producto industrial importado de China.

Por lo tanto, el planteo del intercambio industrial, de la primarización, del valor agregado, hay que ponerlo en el marco de las dimensiones del país del cual estamos hablando, no de una supuesta debilidad negociadora de nuestro país. Es todo lo contrario, porque el déficit que tenemos con China lo tenemos sin los acuerdos. Es al revés: los acuerdos, de lo que tratan es de crear caminos para equilibrar las partes más desequilibradas de esa relación que no derivan de la debilidad de la Argentina sino de las dimensiones de este nuevo gigante económico a nivel mundial.

Tercer punto: ¿cómo se crea empleo? ¿Se crea empleo con un anexo de reciprocidad en un tratado, o invirtiendo para construir dos centrales termonucleares y seguir construyendo dos centrales hidroeléctricas que en el interconectado nacional van a ampliar en más de un 10% la oferta energética? ¡Esa energía hay que dársela a tasas subsidiadas a las industrias argentinas y son las industrias argentinas las que van a crear empleo industrial, no primario! ¿Cómo se crea empleo? ¡Duplicando en 4 años el presupuesto en investigación en ciencia aplicada del Conicet! ¿Cómo se crea empleo? ¡No con un anexo en un tratado, sino creando una correlación de fuerzas a nivel mundial en los organismos internacionales que le permitan a la Argentina fortalecer su posición con los fondos buitres, no entrar en crisis de financiamiento y utilizar ese dinero para medidas anticíclicas y proactivas para fomentar la producción industrial!

Tanto es así que los gremios industriales más importantes de la Argentina, de los cuales tenemos representantes en este Parlamento, no sólo no han dicho ni una palabra de crítica sino que lo han aplaudido.

Escuché a un diputado hablar de la necesidad de planificación estratégica. Incluso nombró que la última planificación estratégica fue la del gobierno de un buen Presidente como Arturo Illía. Pero el problema es construir poder político. Construir fortaleza estatal, construir sinergia con el sector privado. Porque si no, el plan estratégico con un gobierno que no dura no tiene ningún sentido. Apliquemos un poquito el principio de realidad.

Escuché a otro diputado decir "sólo a cambio de reservas". Insisten con el tema de las reservas. El tema de las reservas hay que verlo desde dos puntos de vista. Si uno lo mira desde la lógica del sistema financiero internacional vigente, puede ser una debilidad. Pero si uno lo ve desde la disputa por hegemonía de monedas en una nueva ecuación del comercio internacional, formar parte de un grupo de países donde el propio Brasil, que no tiene el mismo problema que nosotros en materia de reservas pero que firma los swaps, o donde chinos y rusos firman un acuerdo para que el comercio bilateral no sea hecho en dólares sino en otra moneda de clearing, que la Argentina forme parte de ese proceso no debe mirarse como una debilidad sino que se lo tiene que mirar desde un nuevo eje geopolítico internacional.

Los chinos están financiando al sur de Nicaragua un canal interoceánico que va a disputar el comercio internacional a la par con el canal de Panamá. En ese contexto geopolítico internacional es que hay que medir este acuerdo.

Lo último: yo no me siento autorizado para decir que China es un sistema político que no nos da garantías. ¿Cuáles son los sistemas políticos más confiables en el mundo? Podríamos medirlo en términos de quiénes matan más inocentes en el mundo, quienes proveen de más armas al mundo, los que peor tratan a los detenidos en el mundo, etc.

Por todas estas razones, y otras que podría insertar en función de la brevedad del tiempo, es que apoyamos estos acuerdos.-

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