Sr. Raimundi.- Trataré de ser breve. En el fondo aquí estamos tratando dos lógicas de regulación del proceso económico; son dos perspectivas desde las cuales se puede administrar la economía de la sociedad. Este es el fondo de la discusión. Debemos tratar el tema con contenido y altura, pero no debemos tener temor a plantearlo desde perspectivas muy diferentes. Cuando uno lo plantea desde miradas muy distintas, una misma palabra tiene un significado muy diferente.

 

Un ejemplo de ello es una frase como la siguiente: "Las administradoras de fondos de pensión se vieron obligadas a comprar títulos públicos." Dicho de esta manera, quiere decir que las políticas estatales han hecho una suerte de planteo coercitivo. Ese mismo concepto podría plantearse de la siguiente forma: "Cuando en los años 90 el Estado dejó de percibir los aportes previsionales que estaba recibiendo, generó una merma de recursos, lo que contribuyó a la deuda pública y luego, para poder financiarla, le pidió prestada plata a las administradoras y le pagó por ello una tasa de interés". Es la misma idea vista desde dos perspectivas ideológicas y conceptuales distintas.

También podemos hacer hincapié en la frase que indica que los fondos tuvieron un régimen exitoso porque, aún con la crisis, tuvieron un rendimiento del 14 por ciento. Esto se puede traducir de la siguiente manera: hay un fondo que se planteó de máxima en 98 mil millones de pesos, pero dada la desvalorización de los títulos y la crisis actual, es menor, y si se lo divide por la cantidad de aportantes del sistema y dado que las cuentas son individuales, el monto de cuenta individual traducido en jubilaciones mensuales es una cifra exigua. Esto va más allá de que el rendimiento en términos macro fue exitoso.

En el fondo creo que aquí hay algo. Voy a revisar la versión taquigráfica de lo que planteaba el licenciado Palla, quien en todo momento sitúa su planteo en el lugar de la gente. Así decía: "Yo lo que quiero es lo mejor para la gente." Pero lo que no quiero que quede oculto es que el negocio de las administradoras tiene como objetivo la rentabilidad. Con el aporte de su gente, tratará de que las acciones en el mercado financiero resulten favorables y no desfavorables. Pero, ¿para que existe la administradora? Para ganar dinero.

¿Tratando de hacerle bien a la gente le van a hacer mal? Puede ser y puede ser que no, según cómo funcionen los mercados, pero en el fondo lo que hay es un objetivo de rentabilidad empresaria, que no es precisamente un objetivo filantrópico. En efecto, no se trata de una ONG ni la Fundación Evita de los 90. Existe un objetivo de rentabilidad empresaria.

Por lo tanto, esa es la lógica de administración de la macroeconomía que aquí estamos discutiendo. Se trata de dos perspectivas distintas. Para algunos, el pacto previsional implícito que existe en toda la sociedad lo tiene que hacer el Estado, alejado de la concepción de la rentabilidad empresaria, mientras que para otros ese pacto tiene que llevar también consigo la idea de la rentabilidad empresaria. Esa es la diferencia de lógica que estamos discutiendo.

Si pasamos al tema de la libertad de opción y decimos que "acá lo que hay que hacer es dejar que la gente tenga libertad", esto es algo con lo que seguramente coincidiremos todos. Es como si habláramos de la paz o de la justicia. Pero esta libertad individual de opción tiene componentes políticos y económicos, y entre gente grande no podemos soslayar algunas cosas.

¿Estuvo o no influida la libertad en los años 90 por el volumen de publicidad privada, cuando le decían a la gente, estafada por el Estado anterior, que tenía que meterse en las administradoras de fondos de pensiones?

Entonces, en última instancia un individuo tiene libertad en el momento en que firma, pero ante la perspectiva de rentabilidad esa libertad está absolutamente influenciada por el volumen económico que se coloca en los medios para hacer propaganda de qué es lo que le conviene cuando tiene que hacer uso de esa libertad.

La libertad está incidida por un proceso cultural de fracaso del Estado y de avance de los mercados en los años 90. ¿Incide o no incide en la libertad de opción el hecho de que un medio de comunicación diga que "si se reestatizan las jubilaciones se caen los mercados en la Argentina, hay corrida bancaria y la gente saca el dinero"? Hasta asociaron la caída de los mercados españoles con la decisión del gobierno argentino, como si no hubiera una crisis macroeconómica de por medio.

Lo que quiero decir es que, al igual que el licenciado Palla, yo creo en la libertad. Pero no pongamos a la libertad como un concepto neutro al valor, como un concepto depurado de cualquier incidencia política y económica, porque cuando hay una empresa que contrata una plantilla de personal y que tiene una operación global con un banco que a su vez es accionista de una AFJP, esa empresa le va a decir a su trabajador que vaya a la AFJP. Por lo tanto, se reducen los márgenes de libertad de opción, que en términos abstractos todos compartimos.

Después hay otra cuestión: cuando yo estoy en un lugar y me dan la opción de cambiar, tengo un costo de cambio. Por lo tanto, tampoco hay 50 y 50 por ciento de posibilidades, porque el costo de irse de donde uno está incide también sobre esa libertad.

Para finalizar, señor presidente, quiero referirme al tema de la inseguridad jurídica. Yo escuchaba al licenciado Palla sostener que un año se le dice a la gente una cosa –por la opción del año pasado- y al otro año se le dice otra completamente distinta, y que ello contribuye a la inseguridad. Ahora bien, desde la lógica de los mercados de capitales –y basta con abrir los diarios de esta semana-, que son donde las AFJP ponen los recursos de los trabajadores, estos no dicen un año una cosa y al otro año otra cosa, sino que las diferencias de cotizaciones se establecen por hora. La diferencia no es de un año para el otro, sino que hoy cayeron diez, mañana subieron diez y pasado volvieron a caer. La lógica de los mercados es diaria. La inseguridad y la volatilidad no son ni siquiera anuales, a pesar de que yo coincido con que sería bueno reformar el sistema de manera integral.

De manera que no podemos discutir sobre comparaciones internacionales en un momento en que los paradigmas del sistema, tal como están planteados -me refiero a la relación entre activos y pasivos y a la pirámide de envejecimiento poblacional-, han cambiado. Esto se produce al cambiar las relaciones sociales de producción -como el tema de la mano de obra intensiva- que dieron origen a los sistemas en todo el mundo, y ello hace necesario discutir profundamente una reforma integral.

Por último, quiero formular una pregunta al licenciado Palla. Tal vez yo esté absolutamente equivocado, pero quisiera saber si usted, que hoy preside la Unión, es la misma persona que hace unos años fue funcionario del ministro Lavagna cuando se estaba negociando el canje de deuda, cuya quita influyó también sobre la situación de las administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones. Además quisiera saber qué relación encuentra usted entre aquel proceso y este nuevo rol que está desempeñando.

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